lunes, 14 de noviembre de 2011

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" I am my mother's only one, it's enough..."


Así daba comienzo Bon Iver a "Flume" el 1 de noviembre, en el Columbiahalle de Berlín, día de todos los santos.Y ahí estaba yo, en pie, entre una multitud cegada por la magia de la música, los focos, y las voces.
Sola, si al estar rodeada de 3500 personas en una misma sala se le puede llamar tal cosa.
Y es que lo cierto, es que pocas veces en mi vida me había sentido tan acompañada. 
Es algo que por el momento sólo le debo a la música, y no al arte, que pocas veces me ha hecho sentir tan llena. La emoción desnuda, despojada de todo aquello que no sirva para el fin mismo para el cual en un principio fué concebida, para conmover, para hacer vibrar al ser humano creando un refugio abstracto más allá de ladrillos, de cristales y cemento. 
A qué se le puede llamar " refugio" si no que a un estado, a un sentimiento, aquel que te une al otro, a los otros, aquellos que hasta entonces habían sido y siguen siendo extraños a ojos vista, pero que ya no lo son nunca más porque son, al igual que tú lo eres, "refugiados", y viven y se alimentan bajo el mismo " techo" que tú. Absorben, aspiran cada nota, cada grave que vibra y resuena dentro de sus cajas torácicas, de tu tórax mismo, de la caja de resonancia que alberga   nuestra más preciado tesoro, el responsable de nuestra vida, nuestro corazón. Y es en ese momento cuando caes en la cuenta de la gran verdad; y es que nunca has estado sola, y es entonces y sólo entonces cuando empiezas a sentir un ligero hormigueo que conecta al instante tu tórax, dónde reside el pequeño motor que permanecía aislado, con el resto de tu cuerpo, cabeza, piernas, brazos, manos y dedos. 
Y abres los ojos y de algún modo ella está allí, siempre lo había estado, y ha venido para quedarse porque ahora encontró un lugar donde empiezan a crecer las flores.



2 comentarios:

  1. "Y es que lo cierto, es que pocas veces en mi vida me había sentido tan acompañada."

    La musica, los conciertos desfrutados con otros, son así. no hay nada en el mundo como este sentimiento.

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  2. En conexión por fin con el mundo, a lo erich föhm.

    estoy absolutamente de acuerdo contigo. La música. No hay otro lenguaje. No hay más canal de comunicación, ni placer más egoísta, ni rincón de propiedad privada más inmaterial.

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